El objetivo principal de la publicidad es el de atraer a las personas a consumir un producto, sin importar sus efectos. En el caso del tabaco, es un producto dañino para la salud y por lo tanto están obligados a aclararlo en sus anuncios (ley 23.344). Sin embargo, esta aclaracion no influye en el consumo de las personas ya que es un producto muy adictivo y de consumo mundial.
Los adolescentes
Aunque la industria del tabaco afirme que su único propósito es prolongar y aumentar los beneficios con sus consumidores más habituales, está comprobado el aumento de la demanda por parte de los adolescentes con la emisión de los anuncios emitidos, que a través de estadísticas se puede observar el aumento desde antes a después de la emisión del mismo. Esta influencia de los medios puede darse sobre una base individual o sobre varios períodos de tiempo. La influencia de los medios sobre los jóvenes es muy elevada por eso deben medirse los resultados en varios largos periodos de tiempo, la publicidad por tanto afecta a la cultura y al estilo de vida o modas de los jóvenes. En otros países se ha observado una disminución de la demanda debido a la radicación de todos los anuncios publicitarios sobre el tabaco. Otras funciones que también cumplen los anuncios publicitarios son los de dar a conocer el producto y el de informar a los consumidores. Además debemos señalar que las advertencias sanitarias sirven para la identificación del producto, que en el caso del tabaco se escribe en negro, pero muchas veces, no se emplea el uso de las mayúsculas para este manipulando diferentes significados connotativos como es de esperar en nuestro país. Por ello ¿son los anuncios de tabaco una simple información para los consumidores o son los causantes del aumento de su demanda? Consideramos que las campañas de prevención deberían de tomar ejemplo por parte la publicidad del tabaco para usar una estrategia similar, donde entra en juego la psicología de jóvenes adolescentes.
Los adultos
Tras varios estudios se muestra reiteradamente que los adolescentes tienden a fumar las marcas de cigarrillos más publicitada como suelen ser Marlboro o Camel. A diferencia de estos, los adultos tras posibles décadas de consumo de tabaco, fuman cigarrillos de marcas variadas sin darle importancia a la publicidad y sí priorizando lo que es realmente de su agrado. La publicidad en los adultos no tiene gran implicancia ya que no es común que un hombre de 30, 40 años o más salga a discotecas, bares o cualquier lugar donde la publicidad de tabaco abunde. Además, un adulto no es igual de vulnerable que un adolescente ya que tiene más experiencia a la hora de elegir y más allá de estos factores las propagandas de tabaco apuntan a los adolescentes los cuáles son posibles futuros consumidores y siempre tienden a probar nuevas experiencias.
